jueves, 23 de diciembre de 2010

POBRE AVECILLA

Una avecilla emprendió su vuelo,
en su volar lejos se fue, dejó su casa
dejó suyo y se marcho. En busca de otro 
experiencia en su vivir, mientras volaba
esa avecilla era feliz. 

Vinieron vientos y 
tempestades, su lindo vuelo
 triste acabó. La pobre ave se vio
 atrapada entre dos fuerzas que
le movían con esplendor.

En ese trance de grandes turbas
que recorrer, mientras luchaba
por encontrar en su problema
la solución, un buen amigo
 salió a su encuentro,
 al ver sus penas le aconsejó.
Que ser valiente no significa 
cumplir la meta emprendió,
sino saber cuando el camino
se pone oscuro poder buscar
una solución.

El buen consejo de aquel amigo
trajo a su vida una nueva luz.
Con nuevas fuerzas esa avecilla
vuelve a volar, ahora ya no 
 habrá fuerzas que le detengan
en ese mundo que recorrer, 
ya que la vida de cada día 
no se detiene en su avanzar.
Así su meta será alcanzad
con grande afán.
. La recompensa que a fin 
de cuenta recibirá, 
es la victoria que entre 
dos fuerza tu vencerá,
así en tu vida 
encontrará
la felicidad.









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